¿Qué tienen en común estos tres países? Pues una restricción de las libertades fundamentales. En España, en la etapa Franquista (Régimen, Dictadura, no quería entrar al trapo del apelativo para no levantar ampollas) la censura estaba a la orden del día y, salvo los medios oficiales (u oficiosos), como el diario Arriba, Pueblo y poco más, todo estaba orquestado según la batuta del tío Paco.
Lo de escribir en medios de comunicación seguía unas pautas un tanto diferente: el periodista cubría la noticia según la fuente les decía qué es lo que tenían que decir; luego, en las redacciones, estaba la figura del "tijera" que se encargaba de cortar por lo sano lo políticamente incorrecto -o no afín con el régimen- y, por último, cuando la noticia estaba en la calle, funcionarios al servicio del tío Paco leían minuciosamente toda la información. Y así fue como, entre otros, D. Luis María Anson tuvo que pasar un tiempecito en Honk Kong y Vietnam, exiliado forzoso por culpa de su artículo La monarquía de todos, publicado el 21 de julio de 1966 en el diario ABC.
Y muchos años más tarde, casi medio siglo después, me encuentro con sutiles mensajes que me instan a modificar uno de mis post. Pensé hace algo más de una década, cuando estaba en la Universidad, que siempre desde el respeto y comprobando las fuentes para ofrecer una información veraz, ésta podría ser posible. Ahora me encuentro con que tengo que, además, enseñar mis artículos de manera previa para conseguir el visto bueno. Por favor, que alguien me diga si vivo en España, en Cuba, en Korea del Norte o Libia..
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