Como lo prometido es deuda y suelo ser hombre de palabra, prometí hace poco a una fiel seguidora del blog que el próximo post se lo dedicaría a ella. No voy a hablar de ella pero sí del lugar donde vive, de Mallorca.
Mallorca es una isla que siempre ha sabido venderse bien. La Diputación de Palma de Mallorca (propietaria del edificio) hizo una oferta a la familia en 1972 para que modificaran sus hábitos de costumbre y fuesen a veranear todos a Marivent. De este modo, la realeza que antaño veraneaba en Santander cambió el Norte por la isla mediterránea. Con este contrato, y la asistencia de los Reyes a la isla, Mallorca es conocida mundialmente: esos posados en las escalinatas en verano cada vez que los Reyes reciben visitas de otros jefes de estado y/o gobiernos (las famosas fotos de Lady Di y Carlos de Inglaterra cuando ¿se querían?). Luego, como no podía ser de otra manera, les encanta los deportes náuticos (ya les podía gustar la petanca o la peonza, más asequible en tiempos de crisis). Imagino que con la que está cayendo ahora con el caso Urdangarin cambiarán el nombre al barco con el que participaba en las regatas; Bribón (anda qué...)
Para tomar sus copitas, dejarse ver y lucir yate, cochazo y moto, inevitable paseo por los pantalanes de Puerto Portals. En 2006 quiso entrar el yate de Paul Allen, el segundo de a bordo de Microsoft y desde tierra les avisaron que desistieran. El yate en cuestión es tan inmenso que no entraba. Además, tiene incluso un minisubmarino anclado cerca de la quilla por lo que hubiera podido ser desastroso en caso de entrar. Florentino Pérez o Amancio Ortega, entre otros, exiben orgullosos sus "zodiacs".
En la zona de Calviá, que ostentó el privilegio de ser uno de los municipios con mayor renta per cápita de toda Europa, está Magalluf. Un auténtico gueto de turistas alemanes e ingleses. Si quiere que su hijo/a profundice en el idioma, no haga el bobo enviándole a UK o EEUU gastándose un pastón. ¡Mallorca está a tiro de piedra! Muchos de los negocios turísiticos están regentados por señores de estas nacionalidades.
Pero para mí, lo más curioso de Mallorca es la distribución que hace más de 60 años se hizo. Años antes del boom turístico, Mallorca era una isla que sobrevivía de otras industrias: ganadería, labranza, pieles (fábricas de excelentes zapatos como Barrats, Yanko o Camper). Así, en un acto de machismo insoportable, cuando el padre de familia tenía que hacer reparto de las tierras, solía dar a los hombres las fincas en el interior de la isla (con un futuro previsible) y, a las mujeres, en un desagravio comparativo, las tierras que estaban más próximas a la costa. Tierras estas con un casi nulo valor de mercado en los años previos al boom del turismo.
Pero claro, luego la cosa cambió. Vinieron las suecas, y Fraga promocionando el turismo de sol y playa. Y donde no había más que kilómetros de arena y playas se liaron a construir pisos, hoteles, residenciales y actividades turísticas (la foto, aunque no es de Mallorca, seguro que guarda serios paralelismos). Y todas esas actividades, quedaron en manos de mallorquinas, que veían como sus hermanos se habían quedado con el chichinabo de las tierras del interior, mientras ellas se han hecho de oro gracias a sus machistas padres.
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